Dr. José María del Val Gil
Jefe de Servicio de Cirugía General del Hospital Obispo Polanco de Teruel
Cuando a una paciente
se le realiza una mastectomía (extirpación de la mama), existe la posibilidad
de practicarle una reconstrucción de la mama extirpada, con el objetivo de
mejorar su calidad de vida, aumentando su autoestima y sin interferir en su
tratamiento.
De todas formas, hay pacientes en estas circunstancias, en las que no
es aconsejable la reconstrucción mamaria, por lo que cada caso debe de
estudiarse individualmente entre la paciente y el cirujano.
Existen varias cuestiones
que se deben tener en cuenta ante una reconstrucción mamaria, y que podemos
resumir en las siguientes preguntas:
1.-¿Cuál es el mejor momento para realizar la reconstrucción?
2.-¿Cómo podemos reconstruir el volumen mamaria?
3.-¿Se debe hacer algo en la otra mama no operada?
4.-El complejo areola-pezón ¿se puede reconstruir?
5.-¿Qué riesgos conlleva una reconstrucción?
6.-¿Se debe cambiar la prótesis mamaria al cabo de los años?
A todas estas
preguntas, vamos a intentar contestar:
1.-¿Cuál es el mejor momento para realizar la reconstrucción?
Existen dos momentos
en los que se puede realizar la reconstrucción mamaria, bien en el momento de
la extirpación de la mama (se llama reconstrucción inmediata) o bien al cabo de
un tiempo de la extirpación de la mama (reconstrucción diferida).
Desde el punto de vista oncológico, habiendo estudiado previamente
cada caso en particular, no hay ninguna diferencia. En cuanto a la paciente,
hay autores que aconsejan la reconstrucción inmediata, sobre todo por el
beneficio psicológico de la paciente; sin embargo, otros prefieren la
reconstrucción diferida, una vez haya finalizado la paciente todas las medidas
terapéuticas adyuvantes.
Pienso que ese
momento debe decidirlo la paciente, con la ayuda de su cirujano.
2.-¿Cómo podemos reconstruir el volumen mamario?
Para reconstruir el
volumen mamario disponemos de varias opciones y que resumimos en las
siguientes:
-Expansores o
prótesis-expansoras
-Colgajos miocutáneos
con o sin prótesis añadidas
-Expansores o prótesis-expansoras:
Los expansores tisulares son dispositivos de forma
preferentemente anatómica, válvula de infiltración incorporada y textura rugosa,
que se colocan detrás del músculo pectoral para provocar una distensión
progresiva de la piel, inyectando, a través de la válvula que
incorporan, suero fisiológico, hasta conseguir el volumen deseado. Posteriormente
hay que retirar ese expansor y colocar una prótesis mamaria definitiva.
Una variante de los expansores son las prótesis
expansores, que se basan en lo mismo que los expansores, pero que si se
consigue un volumen y forma adecuados, se pueden dejar como prótesis
definitivas tras retirar la válvula que llevan.
-Colgajos miocutáneos con o sin prótesis añadidas:
Otra opción en la
reconstrucción mamaria es el uso de colgajos miocutáneos, los cuales se pueden
obtener del abdomen o de la espalda.
Los colgajos del abdomen, también conocidos como TRAM, utilizan el
músculo recto anterior del abdomen, permitiendo construir un volumen mamario
adecuado sin precisar, la mayoría de veces, de una prótesis. Este tipo de
reconstrucción requiere la reparación de la pared abdominal con una malla.
Dentro de los colgajos del abdomen, podemos incluir el conocido como
DIEP, es un colgajo libre que se basa en los vasos perforantes transmusculares
de la epigástrica inferior profunda. Es una técnica más compleja, que necesita de más tiempo
quirúrgico y con el riesgo de más complicaciones.
Dentro de los
colgajos miocutáneos, la técnica más utilizada hoy en día es el colgajo del
dorsal ancho de la espalda, que aporta menos volumen que en el caso del TRAM y
requiere colocar una prótesis.
Existen otras
modalidades de colgajos miocutáneos, menos empleadas y que pienso no es el
momento ni lugar para comentarlas.
3.-¿Se debe hacer algo en la otra mama no operada?
Una vez reconstruida
la mama, surge el problema de la asimetría con la mama contralateral no
operada, ya que vamos a tener una mama ptósica (caída) normal por la edad y la
reconstruida, que no se encuentra caída. Por ello, la mayoría de las veces hay
que buscar la mayor simetría entre ambas mamas, para lo cual hay que actuar sobre
la mama no operada de cara a elevar la misma, o reducir volumen, etc, buscando
esa simetría.
4.-El complejo areola-pezón ¿se puede reconstruir?
Una vez tenemos la
reconstrucción de la mama y la simetrización de ambas mamas, nos queda la
reconstrucción del complejo areola-pezón. Para ello podemos recurrir bien
simplemente a un tatuaje de la areola o bien a una reconstrucción de
areola-pezón con injertos libres de piel o con colgajos de piel de la mama reconstruida
o con trasplante de parte del pezón del lado contralateral.
5.-¿Qué riesgos conlleva una reconstrucción?
Como todo el mundo
conoce, cualquier cirugía conlleva un riesgo. En el caso concreto de la
reconstrucción mamaria no es un riesgo elevado, pero existe. Además de los
riesgos propios de la anestesia, existen los riesgos propios de la cirugía, que
en el caso de colocar una prótesis o expansor, pueden aparecer complicaciones
tipo dolor en las expansiones, seromas, infecciones de la prótesis,
intolerancias, etc, pero no es lo frecuente. En el caso de hacer un colgajo
miocutáneo existe la posibilidad de necrosis del colgajo, seromas de la zona
donante, etc.
6.-¿Se debe cambiar la prótesis mamaria al cabo de los años?
Habitualmente las
casas comerciales de la prótesis aconsejan el cambio de las prótesis mamarias a
los diez años de su colocación. Sin embargo, en mi opinión, hay casos en
los que no es necesario cambiarlas en más tiempo y, otros casos, en los que hay
cambiarlas antes. El seguimiento de las pacientes con prótesis es lo que nos
va a marcar la actitud a seguir.